Esta época del año es para mí muy especial, sé que a muchas personas no les gusta nada, pero a mí me emociona y está llena de cosas buenas: reunirme con la familia que tengo más lejos, pasar buenos ratos con los amigos, cantar villancicos con los peques y antes de nada: decorar la casa.
Cuando hay niños de por medio todo cambia y la Navidad se vuelve aún más especial. Ellos están de vacaciones y tienen que pasarlo bien así que hay que ponerse manos a la obra!
Olvidemos nuestro hogar decorado de manera minimalista y demos la bienvenida a las guirnaldas, el árbol hasta el techo, los centros de piñas, las velas, en fin! Todo lo que suene, huela o sepa a Navidad vale!
El gran momento es, sin duda, el del árbol, en mi casa no hay tradición de árbol natural y me parece una sana tradición así que en casa seguimos con ella y cada año compramos algún adorno nuevo, ir con los peques lo hace aún mejor, cuanto más brillante y más colorido, mejor. Además, ellos pueden hacer los suyos con cartulinas y comprar chuches y colgarlas, les encantará!
A la hora de las comidas no pretendáis que aprecien el marisco y demás delicatesen, pero es bonito que vayan aprendiendo que comer cosas ricas junto a los que queremos es una fiesta, y ellos pueden ayudar a preparar las bandejas, tener sus 12 uvas (sin piel ni pepitas) como los mayores, encontrar la sorpresa del Roscón…
Y una vez que esté todo preparado, coged la zambomba, la pandereta, afinad vuestras voces y a cantar villancicos! Las letras de los villancicos dan mucho juego y seguro que dan mucho juego con los peques.
Disfrutad preparando la Navidad con ellos! Y si queréis contádnoslo a todos! 😉