La influencia de la luna en el parto es una creencia muy ampliamente extendida, puede no ser científica, racional y positiva, pero es muy popular, quizás tan tradicional como que tener ardores significa que el bebé va a tener mucho pelo o que la forma de la barriga determina el sexo del bebé etc…pero ésta rodeada de algo más de misterio.
En cualquier fase de la luna puedes encontrar cualquier tipo de partos, unos más fáciles y otros más difíciles. Sin embargo, tienden a coincidir lo siguiente:
Luna nueva: durante esta fase de la luna, los partos tienden a ser fáciles y muy rápidos. Son los típicos partos en que la mujer llega corriendo con dilatación completa y no da tiempo a nada. Las membranas suelen romperse solas durante el trabajo de parto. Son partos explosivos que no le dan a la madre tiempo de reflexionar acerca de lo que está sucediendo.
Cuarto creciente: quizás sean los partos más bonitos del mes. No son tan explosivos como en la luna nueva, pero la dilatación y el avance suelen ser consistentes. Suelen ser los partos como de libro, en donde las fases del trabajo de parto resultan lo esperado y la madre puede ubicar donde está parada, que hacer y cuanto falta para terminar.
Luna llena: es la fase de la luna en donde ocurren más nacimientos. Con esta luna los partos pueden ser fisiológicos cuando la mujer está cerca de su fecha probable de parto. Sin embargo, puede suceder que algunos partos se adelanten un poco, cosa que provoca que empiecen muchos partos con rupturas prematuras de membranas y condiciones desfavorables de cuello. Esto provoca que los partos se prolonguen y resulten muy trabajosos.
Cuarto menguante: suele haber pocos partos. Son los típicos partos poco fisiológicos, muy trabajados. Hay que invertir mucha energía, tener mucha paciencia y no desesperar. Aunque el parto fluya fácil, suelen pasar cosas: el papá viene corriendo y no llega o casi no llega, el bebé tiene un cordón un poco más corto de lo habitual, la placenta tarda en salir, etc.
Luna negra: la luna negra ocurre un día antes de la luna nueva. Los partos en la luna negra suelen ser los peores del mes. Son los más largos y los más difíciles. Resulta muy complicado que el bebé nazca. Es un día en el que hay que tener más cuidado de lo normal con la frecuencia cardiaca y hay que vigilar estrechamente los nacimientos para que la cosa no se complique.
Yo salgo de cuentas el 19 de agosto, la semana del 14 la luna estará en cuarto creciente y la del 21 habrá luna llena, así que contando que soy primeriza creo que tendré más papeletas para que me toque entonces…ayy!! qué ganas de salir de dudas!!! Me resulta difícil no creerme un poco estas cosas…
Aunque supongo que en cualquier fase de la luna el nacimiento puede resultar tan precioso como en cualquier otra. Lo más importante será nuestra actitud, nuestra paciencia, nuestra tolerancia, nuestra fuerza y nuestras decisiones.
Cómo lo véis vosotr@s?
Es un artículo muy interesante. A mi siempre me han gustado las fases de la luna y sus influencias. 😀
Gracias! Estoy deseando ver qué pasa! 😉
Pues yo no creía mucho, pero al final mi parto fue en luna nueva. Recuerdo en la dilatación que no hacía más que escuchar niños nacer y el paritorio no paraba. De hecho, en mi hospital, hay dos plantas para maternal y una de ellas está sin reformar y apenas se usa, ya que en la reformada suelen sobrar habitaciones. Pues el día de mi parto tuve que ir a la planta vieja y encima compartiendo habitación porque no había nada libre. Así que sí, ahora me creo lo de las fases de la luna y el parto. 😉
Si mi peque nace en Luna llena, la llamaré LUNA!
Un nombre precioso!! 😉
Qué curioso resulta esta conexión de la luna y el parto… Yo espero que no me toca en luna negra, por favor! Gracias por la info.