Cómo no ser una drama mamá

Este verano madrileño está siendo de lo más sofocante, sé que no debo quejarme porque al menos empezó tarde, pero lo único que me va bien es bajar a darme un chapuzón a la piscina, eso sí, yo me aburro mucho bajando a la piscina, pero claro, es que bajo sola y a la hora y media ya estoy recogiendo, eso sí, estos últimos días gracias a Amaya Ascunce y su libro, «Cómo no ser una drama mamá» con las 101 frases de tu madre que juraste no repetir me he reído de lo lindo, y las caras con las que me miraban mis vecinos no han tenido desperdicio.

La protagonista del libro es “La Nena”, una niña mala comedora, traviesa, contestona y nerviosa, la otra gran protagonista es su “drama mamá”, una madre que le recuerda cientos de veces las cosas y nunca se cansa de opinar sobre sus asuntos.

El libro es un recorrido sobre una forma de criar y educar a los hijos de toda una generación, retrata creencias que estaban fuertemente arraigadas en las madres cuando la información no estaba al alcance de todo el mundo. Recoge la opinión de expertos, como Javier Urra y Rocío Ramos-Paul, la famosa Supernanny, y la contribución de cientos de lectores anónimos que contaron su versión, algunos como, Mamá española en Alemania.

Consejos que mi «drama mamá» también ha compartido conmigo y con mi hermana, como el de «tómate el zumo rápido que se le van las vitaminas», «le quitas lo negro al plátano y está buenísimo» o «como sigas llorando te voy a dar una razón para que llores de verdad», Pero para mí los mejores consejos son el de «échate un novio pudiente, creyente y sin pendiente», el de los disfraces, «culo veo, culo quiero» o «es por tu bien nena».

¿Vosotras creéis que sois unas “drama mamás”?