La verdad es que no hubo un momento exacto para esto, no se me encendió un día la bombilla, ni me dio un vuelco el corazón, ni sentí en mi interior una voz que me decía: tienes que ser madre.
En realidad, siempre había pensado que tardaría más años en ser madre, pero a veces lo que tienes planeado cambia y el resultado no tiene nada que ver con lo que creías que sería, esto os suena, verdad?
Mi vida transcurría normal, sin prisa, creo que más o menos como la de cualquier mujer de mi edad, y de repente conocí al marido friki, el culpable de lo que más feliz me hace en estos momentos, mi blog y mi embarazo. En gran parte fue él quien me contagió las ganas de formar una familia. Hasta entonces yo nunca lo había pensado seriamente, ni siquiera me había hecho una idea mental de cómo podría ser, pero con él las ganas aparecieron solas.
El ejemplo de mi familia también ha sido determinante. Desde que me quedé embarazada tengo a mis padres más ensalzados que nunca. Cada vez que pienso en cómo educaremos a Daniela pienso en la de cosas que ellos me han enseñado y cómo lo han hecho, hasta recuerdo preguntas difíciles que fueron capaces de contestarme de una forma que no sé si yo seré capaz de lograr. Quizás no debería decirlo, pero sé que Mixka lo diría y por ella y la sinceridad que tanto admiro en ella, lo diré: creo que han hecho un gran trabajo, es más, lo afirmo 😉 , tanto con mi hermana como conmigo y siempre estarán en el primer puesto cuando necesite ayuda para criar a Daniela, sin duda.
Al poco tiempo de que lo tuviésemos decidido mis amigas empezaron a animarse y otras comenzaron a hablar del tema, increíble! Siempre pensé que esperarían más, que las recién casadas se darían un año de margen… era algo imparable!
Así que nosotros, a pesar de ser tachados por muchos por kamikazes, por querer cambiar nuestra vida por completo con la llegada de un bebé, nos dijimos que un añito para disfrutar de la vida de casados estaría bien y así fue, ni un día más, porque las ganas ya eran enormes!!!
No nos importaba que la gente nos metiera prisa desde el principio, muy típico cuando acabas de casarte… Sabíamos que era lo que más queríamos y fuimos a por ello.
Creo que ser madre no es algo que deba improvisarse, pienso que es importante pensarlo y hablarlo con la pareja, si se tiene, evaluar los pros y los contra, pensar en el mejor momento para hacerlo, si las circunstancias, estabilidad laboral y vivienda, son las más adecuadas… teniendo en cuenta lo mucho que van a cambiar nuestras vidas desde el momento mismo del embarazo, creo que es lo más responsable para todos. Quizás dicho así suene poco romántico pero vosotras me entendéis… 😉
Ante todo que el deseo de querer ser madre no haga que la mujer se sienta sometida a presión. que ya sabemos que el estrés es lo peor que hay en estos casos.
Y vosotras, ¿cómo decidistéis que queríais ser mamás?
¡vas a ser una madre estupenda!
Creo que vamos a tener que aprender a improvisar…mucho!!!!:-)
Una historia muy bonita.
Yo en el fondo siempre he querido ser mamá, pero el Sr, Díaz es a quien se le cae la baba cada vez que vamos a ver a los sobrinitos, jejeje
Mi marido friki también es peor que yo no te creas…jeje Todo llega y tú serás una mamá todoterreno, qué todo se te da bien jodía! 🙂
Muy bonito, a todas nos llega en algún momento ese deseo enorme de la maternidad
Estoy con unas ganas que no caben ya ni en el pueblo! 🙂
jjj venga que ya no te queda nada!!! ya nos contarás que tal va su llegada… a mi me queda mes y medio y ya estoy… Muchísimo ánimo!!!
Mil gracias!!! Es q el verano es muy duro…y la cuenta atrás parece interminable. Mucho ánimo xa ti también 😉
siiii que calores verdad??!! bueno pensemos en que ya no queda nada para verles la carita… 🙂