Durante el embarazo hablamos de la posibilidad de bautizar a la peque cuando naciese pero estábamos tan ocupados pensando en la de cosas que cambiarían una vez que ella estuviese con nosotros que no le dimos mucha importancia.
El tiempo iba pasando y ya en la recta final de mi embarazo pensamos que sería una historia, que la familia de MF viniese de fuera sólo para un día, que si buscar un sitio, hablar con un sacerdote, organizar una comida, buscar un traje para la peque… en fin! Nos dio mucha pereza y decidimos pasar de complicarnos.
Nosotros no teníamos ni gota de ganas, pero todo lo contrario ocurría con las abuelas que la verdad, no eran pesadas, ni agobiaban, ni nos lo pedían, pero ambos sabíamos sobradamente que a ambas les encantaría que bautizásemos a la niña y quién puede resistirse a los deseos de unas abuelas primerizas que están locas de contentas con su nieta? Yo no puedo, estoy de un débil que no se puede aguantar, hago lo que quieren, me tienen cogido el tranquillo y yo… las dejo 😉
El caso es que cuando Daniela nació la adaptación a la nueva situación en casa fue bastante rápida y la idea del bautizo volvió a rondarnos la cabeza, pero esta vez nos lo planteamos más en serio.
Tanto MF como yo estudiamos en colegios religiosos, él de curas y yo de monjas y aunque mucha gente tiene sus reservas con respecto a estos centros, tengo que decir que nosotros no tuvimos problemas ni conservamos ningún trauma, como se suele decir: «había de todo, como en todas partes» unas más majas y otras más pedorras. Nos gustaría que Daniela estudie en un cole concertado, laico o religioso nos da igual, habrá que mirar otras cosas, que al final es lo que importa.
Lo nuestro tampoco ha sido por ser coherentes con lo que hemos hecho en el pasado, ya que no nos casamos por la Iglesia. Creo que lo hemos hecho en el convencimiento de que la religión puede aportarle cosas buenas y por supuesto, esperando que sea ella quien decida en un futuro. Sé que hay gente que dice que ya decidirán ellos en el futuro si quieren bautizarse o no, pero yo prefiero ponerla en el camino para que al menos pueda conocer lo que le puede esperar, ya que sin unas bases ni siquiera podrá llegar a conocer lo que es el Cristianismo.
Si mis compis de facultad me escucharan alucinarían, será que ser madre me ha cambiado, que me he dejado influenciar por las abuelas… no lo sé, pero lo que sí sé es que fue una ceremonia preciosa, un día muy especial y que vivimos unos preciosos momentos de agradecimiento.
Mi hermana se encargó de la ceremonia: hubo música, ofrendas muy especiales, lecturas llenas de emoción. Todos nos pusimos divinos de la muerte y la peque iba con un traje de bautizo que ni el mísmisimo príncipe Jorge de Inglaterra! jajaja
Reservamos una comilona en un restaurante muy fashion y les leí un discurso a mis padres que se nos caían las lágrimas a tod@s. Terminamos agotad@s de tantas emociones y felices de haber celebrado el nacimiento de Daniela, que al final, era de lo que se trataba.
Viva la familia, pero ojo! en todas sus vertientes! Vivan las familias monoparentales, homoparentales, aquellas en las que los padres están separados pero unidos por el amor a sus peques, que vivan tod@s!
Estábais todos guapísimos y la peque divina ni la más alta realeza se puede igualar a esa princesa que vosotros tenéis en casa.. Como bien dices poder contar con la figura de las abuelas es muy importante tanto para la peque como para los papis. Que sigáis disfrutando de muchos días tan especiales y gracias por dejarnos disfrutar de ellos.
Muchas gracias! Hacía tiempo que no me arreglaba y la verdad es que de vez en cuando hace falta. Tengo que enterarme de si existe un día de los abuelos, porque exista o no, se lo merecen!!!!
Gracias a tí por acompañarnos, leernos y comentar! 😉
Bienvenida a los brazos de Dios, jajajja, es broma! Me encanta el faldón, la verdad que el bautizo es un momento especial, ya que además permite reunir a la familia casi al completo. Estabáis guapísimos todos!!
jajaja Me has hecho acordarme de cuando estaba embarazada y en el pueblo una señora se me acercó, puso sus manos en mi barriga y dijo: «que Dios la bendiga y llegue a este mundo muy sana», se me quedó una cara jajaja Gracias Marta. Besitos
que guapa!!!, bueno, vosotros también pero la niña monisima!!!
Me alegro de que disfrutaseis de ese día
Fue un palizón pero mereció la pena, lo disfrutamos muchísimo 😉
Muy guapos y la niña preciosa. Yo no he bautizado a ninguno porque no creo en nada de eso, pero desde luego, todas las opciones son respetables y si eso era lo que os apetecía, pues genial.
Besos
Muchas gracias Diana! Yo tampoco soy muy católica-romana y fíjate!!!! Jajajaja Besitos
Guaperrimos todos!! nosotros no bautizamos al piratilla, lo dejamos libre para que elija lo que más le apetezca cuando quiera. Pero para gustos colores y si bautizarla era lo que más os apetecía en ese momento… pues por qué no….muchas felicidades!! es un gran paso familiar 🙂 Un abrazo y excelente día!! Preciosa la peque!!
Gracias! La verdad es que fue una decisión que tuvo sus cosillas, hoy en día a la gente le gusta mucho juzgar y a veces te hacen sentir mal por hacer determinadas cosas.
Lo mejor es poder decidir siempre, libremente, lo que más nos apetezca a cada uno.
Besitos guapa!!
El Sr. Díaz y uno de sus hermanos me están mareando ya con la idea del bautizo, de dónde, como y con quién… ¡Qué estress! ¡Dejadme viviiiiiiir!
Jajaja A mí las abuelas e incluso los abuelos me lo dejaban caer de vez en cuando. Yo pensaba como tú y mira como acabé, sucumbí! Jajajaja