Nos han dicho mil veces que la vida cambia por completo con la llegada de un bebé, pero al mismo tiempo que llega la falta de sueño y la falta de tiempo para una misma llega una alegría tan grande que hace que todo lo demás quede en un segundo plano, eso sí, que quede en un segundo plano no quiere decir que se olvide por completo y no quita que de vez en cuando una piense como en muy poco tiempo la llegada a casa de una cosita pequeñita ha dado un giro a tu vida de 180 grados, por lo menos!

D de rosa

1. El horario de las comidas no es fijo, a mediodía como cuando me deja y a la hora de cenar unas veces a las 20:30 y otras a las 22:00, eso sí, siempre los dos juntos, que no hay que perder las buenas costumbres.

2. La nueva hora de levantarse, tanto de lunes a viernes, como los fines de semana, va de las 7:30 a las 9:30 aproximadamente.

3. Hay que tener mucho cuidado cuando andamos por casa, lo más normal es tropezarse con la hamaquita, pisar un sonajero…

4. Nos hemos vuelto de lo más cantarines, no es que antes fuésemos unos sosainas pero lo de ahora es improvisar letra y música cada día! Hasta yo me sorprendo de las chorradas que podemos llegar a decir!

5. MF dice que tiene que echar una instancia para darme mimos.

D de azul

6. Antes para salir solíamos coger el coche e ir donde nos apetecía, ahora el destino de nuestros paseos siempre es un sitio adecuado para pasear a la bebé.

7. Y los destinos de nuestras escapadas a casas rurales o Paradores, sitios con encanto pero de lo más tranquilos.

8. Lo de una o dos lavadoras a la semana pasó a la historia, ahora son 4 sí o sí.

9. Ya no se hace una cosa, intentamos hacer varias a la vez, por ejemplo si estoy sacándome leche y la peque reclama atención, la mano que queda libre es para tocar un sonajero, hacerle cosquillas etc.

10. El baño ha sido invadido por esponjas amarillas, patitos y termómetros para la temperatura.

Estas son sólo 10 de las muchas cosas que estamos encantados de compartir con la peque, seguimos mirándola como si el tiempo se hubiese detenido y disfrutamos con sus cambios y con su preciosa sonrisa, esa sonrisa que te hace olvidarte de la crisis, de la hipoteca, de las facturas, de los dolores, del sueño, de absolutamente todo. Es nuestra razón de vivir y estamos loquitos con ella.