Hace meses que empezó todo esto, aún me acuerdo de lo que nos costó tomar la decisión, después el momentazo de la firma de la hipoteca y luego todo el lío de la mudanza y ahora casi un mes después aún no os he contado cómo fue la cosa…

El primer día fue un no parar de limpiar, la lejía, el amoníaco, el limpiamuebles y cómo no los trapos, balletas etc parecían una extensión de mis brazos, además de hacer cajas, mover cajas y deshacer cajas, pero el día fue tan productivo que ese mismo día ya dormimos allí 😉

cajas
Perdón por la calidad de la foto 😦

 

Para que eso fuese posible contamos con la ayuda de tataboom y titoboom que curraron tanto o más que nosotros y que tras una buena ración de pizza cargamos pilas para el sprint final.pizza

El día siguiente fue más de lo mismo, al siguiente fuimos a Ikea a surtirnos de más cosas que nos darían más trabajo, pero abueloboom entró en escena y fue todo más fácil, no puedo olvidarme de que abuelaboom fue esos días niñera junto con mi madrina, sin ellas esto no hubiera sido posible, parece que estoy agradeciendo un premio, pero no 😉

El caso es que fueron 5 días agotadores a pesar de la ayuda, pero viendo el resultado alucinábamos del avance que habíamos conseguido en tan poco tiempo.

Un jarrón y la aspiradora han sido los damnificados por la mudanza… no todo podía ser perfecto 😦

Ahora aún nos faltan cosillas, pocas y bastante prescindibles, pero con lo «culoinquieto» que somos papáboom y servidora en unos fines de semana finiquitamos el asunto…

Lo único «urgente» son los muebles del salón y el sofá, para los que ya empezamos a hacer apuestas sobre la fecha de entrega, sólo os diré que los muebles los compramos en febrero y el sofá justo antes de Semana Santa, visto lo visto, esto promete.

Villaboom ya es un HOGAR.