Durante los primeros 6 meses la peque hacía ruiditos y poco más, pero con siete meses nos dijo su primera palabra con sentido: papá, no podía ser de otra manera 😉 Dicen que es lo más fácil de pronunciar para ellos, no?

A partir de los 11 meses, quizás más tarde, ahora me doy cuenta de que tenía que haber escrito antes este post… para nosotros era innegable que la peque hablaba, que no se entendía absolutamente nada de lo que decía, también, pero que ella trataba de comunicarse con palabras era obvio y para unos primerizos más! jajaja

Empezó con papá, mamá, yaya, yayo, agua y pan, y nosotros babeando con la peque.

Pensábamos que antes de hablar pasaría por la fase de los ruidos: perro sería guau-guau, coche: brum y gato: miau, no queríamos que nuestra hija fuese una niña sin infancia y esto es un must en toda regla, así que tampoco nos preocupamos demasiado cuando los abuelos le enseñan las cosas como quieren.

El caso es que desde hace unos meses habla muchísimo! En la guarde nos dicen que es un lorito y por las tardes yo compruebo que no se cansa!

Si cantamos la canción de los payasos, me dice «Pepito», si la baño: pato y pez, los juguetes con los que jugamos, si le digo que bajamos al parque: paque!!!!!!!, hasta se toca el pecho y dice su nombre, regular porque es largo, pero se entiende! Llama a su tata, cuando algo se cae dice: cayó!, a su zapato le dice pato, hola, adiós, y pelota! Además ya junta palabras: adiós + tata, mamá, papá etc y mami teta 😉

Hace unas semanas a la hora de la merienda empieza a señalar la estantería y a decir: pitaaa, pitaaa, pitaaa, yo intentaba descifrar qué quería y como a la cuarta lo entendí, quería pintar!!!! Me fue diciendo: no, no, no hasta que yo dije pintar y ella toda contenta: siiiiiii

Estamos disfrutando muchísimo de los avances que hace, la verdad es que nos ponemos como críos pequeños pero es que esa vocecita y esa carita, no es para menos.

Eso sí, como siempre dicen, al final terminaremos pidiéndole amablemente que deje de hablar para que nuestra cabeza descanse y poder pensar con claridad, sino no sería #malamadre.

He leído que existen estudios neurológicos que demuestran que las niñas, a diferencia de los niños, durante el proceso de aprendizaje de la palabra, utilizan ambos hemisferios del cerebro, el derecho (creatividad) y el izquierdo (racionalidad). Anonadada me dejan estas cosas.

Y vuestros peques? Cuándo se lanzaron a hablar y hablar sin parar?