Antes, durante y después del primer embarazo me he hartado de escuchar cosas con respecto a lo que cambia una relación de pareja con la llegada de un nuevo miembro, o como diría aquella ministra, miembra.
De hecho, hace poco os hablaba un poco de esto en las 15 rutinas de pareja.
Cuando Daniela llegó al mundo pude vivirlo y experimentar mi propia experiencia, la que hoy os quiero contar.
Es verdad que por suerte, nosotros antes de tener a la niña no discutíamos, razón por la que decidimos tener hij@s, y que con ella empezamos a hacerlo, cosa que me parece casi inevitable, sobre todo cuando las hormonas están aún haciendo de las suyas con la madre. La mayoría de las veces es todo producto del cansancio y de la falta de tiempo de desconexión.
A veces la peque se dormía pero había cosas que hacer y uno de los dos quería dormir, pues un día vale pero todo el fin de semana no, por lo que a veces hablábamos sobre cómo organizarnos, por ejemplo, recuerdo que si la peque madrugaba uno se levantaba y ese uno dormía siesta, al día siguiente madrugaba el otro y la siesta para el que se había levantado.
Ahora espero que cuando llegue Martín sea diferente y nos ahorremos esos momentos, que sepamos mejor qué hacer en cada momento, aunque con la multiplicación del trabajo no descarto nuevos problemas. Menos mal que los dos queríamos darle un hermanit@ a Daniela.
Yo siempre he defendido que hay vida más allá. Que tener hijos no significa no separarse jamás de ellos y que si la situación lo permite sí puede seguir existiendo una relación de pareja. De hecho, yo he disfrutado mucho cuando éramos dos, lo que no significa que me gustase volver a esa etapa, las cosas cambian y nosotros nos hemos adaptado, pero dónde dice que ya no podamos disfrutar en pareja?
Necesito hacer cosas en familia, en pareja, con amigos y también sola, necesito relacionarme, sentirme bien en mi trabajo y disfrutar de mi tiempo libre, es más, hasta necesito tener problemas porque eso es señal de que vivimos y aunque por suerte son todos problemas menores, no quiero ser trágica, todo forma parte de la vida, al menos de la que a mí me gusta vivir. Es cierto que nuestro mayor problema desde que Daniela nació fue si se iba con sus abuelosboom al pueblitobueno o no, de hecho es la única bronca que calificaría como real, pero eso y nuestras pequeñas diferencias hacen que todo valga la pena.
Hemos cambiado nuestros viajes en moto y nuestros alojamientos improvisados por viajes mejor organizados y pensados para que ella también disfrute, nuestros cursos de buceo por tardes de caballitos y manguitos en la piscina y nuestras tardes de cine y cenas en el centro por pedidos de sushi a domicilio y un capítulo de alguna serie y oye, encantados de la vida.
Cuando llegue Martín volveremos a estar muy cansados, agotados pero sé que nuestra felicidad se multiplicará y que redondearemos nuestra idea de familia, la familiaboom estará completa con el hermanito de Daniela.
Y cuando me pase la tarde con los dos y esté al borde del colapso porque el niño esté colgado a la teta y la niña quiera que juegue con ella, la cena esté sin hacer, la casa desordenada etc Tendré que esperar a papáboom, remontar y ponerlo todo en su sitio. Y cuando él se vaya de viaje tendré que hacerlo sola o pedir ayuda y olvidarme de lo malo porque pasará y quedarme con lo bueno, porque somos afortunados.
Nadie dijo que fuera fácil, no? Cómo lo véis vosotr@s y sobre todo, cómo lo lleváis?
Bueno, si se tiene claro que es una nueva etapa, no creo que tuviese que haber ningún problema. Eso, y saber que no durará siempre… así que a reservar un huequito para cada uno y mantenerlo.
Yo no he tenido mucho problema con esto, la verdad. Creo que he tenido suerte también.
Por desgracia he conocido a quienes lo tenían claro y luego cambiaron de opinión…. por eso me parece tan importante.
Tú tienes suerte, pero tu marido más! 😉
Ufff es una de las cosas que mas miedo me da, Picoso y yo nos llevamos muy bien, pelear…bueno si acaso una vez cada 3 semanas..sin exagerar y cuando hay peleas medio serias, a final terminamos haciendo alguna broma y de risas…y pienso, será igual cuando llegue por fin el pichon? ayyy espero que mas que separarnos nos una, y espero que seaos unos padres normales, si hombre discutiremos por algo, spongo, pero que no se nos vaya de las manos…eso espero.
Serán discusiones diferentes, pero si ahora os lleváis bien seguro que eso se mantiene. En mi caso las cosas cambian, el tema salidas, ahora él tiene más trabajo que antes, dormimos peor, en fin que eso influye también en el humor y al final todo está conectado.
Gracias por comentar!
Estoy en un momento parecido aunque ya tenga a una princesa en el cole y la otra a punto de cumplir un año. Es muy duro encontrar momentos de pareja, y más aun cuando no hay abuelos por cerca. Pero yo siempre pienso que son fases y ahora toca estar por los peques… ya vendrán momentos de más relax y de disfrutar de la relación de dos. Animo!!!
Es cierto, al final esto son unos años y luego otra vez un montón de años para disfrutar de la pareja y cansarnos!!! jejeje
Besazos 😉
TE doy toda la razón!! Los hijos inevitablemente cambian la pareja, pero no quiere decir que sea para peor… nosotros también hemos cambiado costumbres, salidas planes, pero lo hacemos con gusto. En nuestro caso si que discutimos, casi a diario, pero por tonterías… lo bueno que el enfado rapido pasa y tampoco no hacemos guerras ni dramas de cosas sin importancia. Pero somos personas ycada uno es como es, el tiene su forma de ver las cosas y de crecer a la piccola y yo la mia, y así cada uno defiende lo suyo. Eso si, hay que llegar a un acuerdo y negociar como hacemos con nuestros peques! 😉 Animo que lo estáis haciendo genial seguro con lso dos peques por medio!
Discutir es sano también, se aprende mucho también, claro que sí.
A mí a veces me cuesta no salirme con la mía pero luego siempre me digo a mí misma que esto es «cosa de dos» y cedo para llegar a un punto intermedio.
Besazos guapa
Nuestros enfados siempre se relacionan con los olvidos que tengo, y mis olvidos por el cansancio… Así que es un círculo vicioso que terminará en una espiral que habrá que superar y tener en cuenta.
Por lo demás, estamos igual de felices y como más llenos. Yo ya tengo ganas de un segundo, él no tanto… prefiere que nos organicemos mejor para poder paliar lo que llegue (mis despistes). Si todo va bien, pronto lo conseguiré.
Pues no te veo yo despistada fíjate! Pero habrá que pulirlo para darle un hermanit@ a bebé futuro.
Lo del cansancio es jodido, mucho y con dos aumenta, así que ánimo!
Besazos
Cuando el día se tuerce y mis peques tienen mal día… Horrible. Pero no suelen ser. La verdad que lo pasamos bien los cuatro, hacemos nuestras escapadas y disfruto de mi pareja por las noches 😜
Qué suerte!!!! Yo por las noches ya no soy persona…y fíjate…dándole al blog que estoy jajajaja
Supongo que es así en la mayoría de los casos, yo no lo he notado mucho. Antes de nacer el niño teníamos nuestras discusiones, siempre he pensado que era sano discutir, mejor que callar y luego reventar. Con el niño, desde un principio los dos acordamos que los 3 primeros años yo me dedicaría en exclusiva a el ya que tenemos un negocio muy esclavo y mi marido trabaja más horas que un tonto. El lleva el peso del negocio,los madrugones y los problemas. Así que no discutimos mucho por turnos u horarios, siempre me he encargado yo de atener al niño. Eso no quita para que el no lo atienda alguna vez, pero en su mayor parte siempre yo. Y eso me lleva tambien a la segunda parte, el no se mete en mis decisiones porque sabe que la que lo cria soy yo, asi que no me rebate cuando le riño o cuando decido algo. Pocas veces estamos en desacuerdo sobre el niño pero si en algún momento lo estamos, me lo dice tranquilamente…la que mas suele explotar soy yo, el es un hombre tranquilo jeje.
En definitiva.. aquí se sigue discutiendo más por el trabajo o su familia, que por el pobre niño 😉
Ayyy su familia! jajaja Eso da para unos cuantos posts seguro!
Me parece muy sano las decisiones que tomásteis antes de que llegara el peque, las cosas claras y el chocolate espeso, bien hecho!
He escuchado tantas veces «disfrutad ahora, que después…» que siempre me pregunto que vida llevan los otros padres. Aún no ha llegado Manuelito y esto que digo está por ver, pero yo también espero que aunque nuestra vida se va a poner patas arriba, seguiremos siendo una pareja y dos personas por separado, y juntos, una familia. La teoría la tenemos clara, ya te explicaré la práctica 🙂
Bien dicho, luego hay que aplicarlo!!! 😉