El hecho de ser madre nos cambia a todas, hace que a nuestras habilidades se sumen un montón de ellas nuevas, verdad?

  • Cuando te conviertes en madre descubres lo fuerte que puedes llegar a ser, la mochila de la niña, la bolsa del tupper, las cartas del buzón, un paquete que te han dejado en portería, el niño colgando…y al final consigues llegar sana y salva a casa, con los dos peques y después de haber abierto varias puertas!!
  • No te hace falta poner alarma para levantarte, nunca más. Creo que siempre van a despertarse antes que yo, está asumido.
  • Aprendes a volar con el carro por el supermercado y desarrollas un sexto sentido para detectar la cola más rápida (aunque a veces el sentido falle ;-))
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Foto de Eva Gascón
  • Olvidas lo que son las conversaciones telefónicas de más de 2min
  • Respetas y quieres a tus padres aún más que antes, en mi caso ya es admiración.
  • Da igual lo que te gastes en pañales, las cacas de los primeros meses se salen por donde quieren.
  • Prefieres ponerte mala tú antes de que les pase nada a ellos.
  • Irte a la cama antes de las once es todo un triunfo.
  • La semana que consigues ir a pilates un par de días te parece que se han alineado los planetas.
  • Cuando escuchas una canción puede que ya lleve sonando algún tiempo en la radio y lo que te parece un hit, esté ya desfasado.
  • Aunque les cortes las uñas antes del baño, al día siguiente por la mañana pueden haber crecido de forma asombrosa.
  • Contar los dedos de las manos a la peque diciendo una cosa (actividad que les gusta) por cada uno de ellos puede ser de lo más divertido.
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Foto de Eva Gascón
  • Necesitas el doble (a veces triple) ración de cafeína y cubreojeras que antes.
  • Las tardes de lluvia son todo un reto para mantener a los peques ocupados, sobre todo porque a veces a los 5 minutos se cansan de una y quieren otra…
  • Las duchas son públicas, olvidamos lo que es un baño y ya no digamos una manicura!
  • Siempre pensamos en comprar para ellos y sólo paramos cuando nos damos cuenta cuando nos paramos a pensar en la última vez que fuimos de compras.
  •  Tus pechos son como una gelatina colgante que se acerca al ombligo, pero bueno, has dado el pecho durante meses a dos renacuajos, será el precio que hay que pagar.
  • Sentimos el dolor ajeno mucho más profundamente y más si lo padecen los niños, por ejemplo yo lloro enseguida con pelis, noticias y hasta fotos en IG!
  • Las fotos de tu móvil son monotema.
  • Aprendes a valorar el silencio.

Seguro que a vosotr@s se os ocurren muchos más! Verdad??