La Real Academia de la Lengua define la incoherencia como “cosa que carece de la debida relación lógica con otra”. Y yo últimamente estoy algo cansada de ver cómo prolifera la incoherencia a mi alrededor.

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Cada día en redes sociales veo como la gente, me incluyo porque seguro que yo también lo he hecho, intentamos aparentar algo y luego hacemos lo contrario. Veo cómo se le da mucha importancia a «mantener una imagen y unos ideales»y al final la mayor parte de las personas acaban en un callejón sin salida, vamos, que se les ve el plumero.

Como por ejemplo: presumir de no ser católico pero celebrar Reyes, o no querer s
er consumista y al final toneladas de regalos la noche de Reyes, gente que no sabes si vive deprimida o en la felicidad más absoluta, gente que trata de pasar por moderno por no casarse y acaba haciéndolo pero lo maquillamos con el «boda con hijos» y ya somos los más cool del mundo, en fin, creo que a todo se puede llegar teniendo sentido común y sobre todo tratando de no perder la perspectiva de las cosas ni de la realidad. No creo que la magia de la Navidad haga daño ni traumatice a ningún niño. A veces también veo muchas y reiteradas declaraciones de amor y pienso: madre mía, seguro que algunos de estos luego no se soportan (que lo mismo no), otros que parece que viven en un lujo constante y a saber lo que hay detrás (que lo mismo tampoco).

Hay que ser valiente para ser coherente, el miedo al qué dirán afecta a mucha gente y no nos deja actuar con libertad. Estoy cansada de tanto postureo y tengo que decir que en el 2.0 hay mucho de esto y también mucha gente de verdad, gente que dice lo que piensa desde el respeto y a esa gente quiero parecerme más, gente honesta que va defrente.

Quiero no dejar de hacer lo que me apetece y como deseo al 2017 le voy a pedir coherencia, tanto en mi vida como para el blog y empezar a decir más lo que pienso, que a veces me callo para no «liarla». Y todo esto, actuando con respecto, educación y cariño, que creo que siempre me han caracterizado.

Y al resto les pido que pasen del qué dirán y que en vez de ir dando la nota, sean coherentes. Y me lo aplico: que seamos coherentes con nosotros mismos y vivamos la vida lo mejor que sepamos, podamos y nos dejen.

Qué os parece esta reflexión? También creéis que esto ocurre?