¡¡¡Menudo puente pasamos en Múnich!!! No había publicado este post hasta ahora, pero de cara a planificar los puentes que se avecinan he pensado que podría daros alguna idea 😉 Fue la tercera vez que visitamos Alemania y nos sigue encantando, aquí os dejo los enlaces a nuestras anteriores escapadas.
De hecho, acabo de darme cuenta que no hice post de nuestra visita a Berlín!! Soy un desastre… pero como estos posts os gustan mucho prometo ponerme al día 😉
Las escapadas en familia son para nosotros una forma de conocer sitios nuevos, pasar tiempo juntos y disfrutar de hacer cosas diferentes juntos, suele ser cansado con los peques pero al final, el balance siempre es muy positivo y antes de volver ya estamos planificando la siguiente.
Lo que más había leído antes de visitar Múnich es que es una ciudad muy «Kinderfreundlich», vamos, que está pensada para las familias y es verdad que por ejemplo el transporte público está muy preparado y en todos los restaurantes había tronas y cambiadores, pero bueno, en un sitio donde había hasta sala de juegos me dieron un cubo con agua «caliente» para calentar el potito del peque, así que sí pero tampoco es que sea un paraíso, los niños se mueven, hacen ruido y manchan, qué os voy a contar!! y eso molesta lo mismo en Madrid, en Múnich que en la conchinchina.
A pesar de no haber podido disfrutar de los Biergarten, espacios al aire libre lleno de bancos donde la gente se reune para comer y beber cerveza, qué otra cosa sino! Hemos disfrutado mucho paseando, visitando museos y pasando tiempo los 4 juntos. Y para no enrollarme más os cuento nuestro recorrido:
El sábado salimos pronto, desayunamos en el aeropuerto y el vuelo de 2 horas y media se nos dió fenomenal, siempre con cuaderno, pinturas y galletas para entretener a los peques. Nada más llegar comimos en un italiano cercano al hotel y nos echamos una merecida siesta. Ya con las pilas cargadas pusimos rumbo al centro, era el primer día y tampoco queríamos poner las expectativas muy altas.
Fuimos a la Marienplatz y dimos un paseo, vimos el Altes Rathaus (Viejo Ayuntamiento), el Neues Rathaus (Nuevo Ayuntamiento) y la Frauenkirche (Catedral). Había leído que subir a la torre del Ayuntamiento Nuevo o a la de Peterskirche era obligado, pero con dos peques no era viable, (306 peldaños aprox) así que quedó pendiente, eso sí, tenía muy buena pinta.
En la plaza del Ayuntamiento se puede ver el reloj de figuras a las 11 de la mañana y a las 5 de la tarde todos los días, no nos coincidió, así que nos quedamos con las ganas si podéis lo recomiendan. Fuimos a la cervecería más famosa del mundo, la Hofbrauhaus, un espectáculo, no dejéis de ir y tomaros una cerveza allí, entre la música en directo y unos alemanes de enormes bigotes, los peques alucinaron. Cena típica con unos conocidos que llevan allí 3 años y ya bastante tarde por fin a descansar.
Daniela por lo que más pregunta cuando nos vamos de viaje es por el hotel! jajaja En casa le digo que no se salta en la cama pero que en los hoteles puede, así que siempre está loca por llegar y poner las camas patas arriba.
Como el domingo parecía que el sol no asomaría y además, era el día del Padre, decidimos darle un capricho y visitar el Museo de BMW, todo un acierto. Está muy bien montado y pensado y la visita me gustó hasta a mí que no soy una gran fan de los coches.
Está al norte, al lado del Olympiapark y del recinto donde de celebraron los juegos olímpicos del 72, dimos un pequeño paseo y nos fuimos a comer a la Marienplatz para después continuar la ruta. El restaurante se llama Spoeckmeier, buena relación calidad-precio.
Después de comer los peques se echaron la siesta, silla y mochila respectivamente mientras nosotros paseamos hasta el siguiente destino y nos tomamos un café tranquilamente, el principio del café, porque al final se animaron los dos!
Por la tarde visitamos el Deutsches Museum o Museo Alemán de Ciencias Naturales y Tecnología. Nos gustó, sobre todo la zona de barcos y aviones, pero el ala que tienen para niños pensaba que sería la bomba, había leído que era una pasada pero nada del otro mundo, la verdad, yo diría que hasta estaba descuidada.
El lunes por la mañana fuimos al “Englischer Garten” o jardín inglés, es un parque inmenso que está inspirado en los jardines ingleses del siglo XIX lleno de canales, zonas de juegos para niños, un lago, palacetes y praderas verdes donde los pequeños pueden correr libremente. Paseamos, vimos un montón de gansos, patos y cisnes y en el Chinese tiene una zona para niños muy chula. Tenemos que volver para verlo lleno de gente.
Después comimos en un sitio con sala de juegos para que los peques disfrutaran de unos juegos y después dimos un paseo hasta el Viktualienmarkt, muy recomendable y como hacía sol estaba lleno de gente en las terrazas. Los puestos de frutas, quesos, flores, especias, pescados, carnes y embutidos nos encantaron. Abre de lunes a sábado de 10 a 18 horas.
Como novedad gastronómica probamos el obazda (especialidad de queso bávara) y luego como siempre salchichas, codillo, strudel… La “Weisswurst” o salchica blanca con mostaza dulce es la más típica de esta ciudad, la verdad es que a los niños es fácil darles de comer allí.
De las mejores cosas que destacaría de Múnich es su transporte público, tanto el metro, el tren, el tranvía y el autobús, con una frecuencia increíble. Y otra cosa a destacar, sus tradiciones, las cervecerías, las tiendas con trajes típicos y mucha gente por la calle vestida con pantalones y vestidos de allí, muy fan!
No hubo tiempo para excursiones, nos faltaron días, así que pendientes quedan el Castillo Neuschwanstein, que inspiró el diseño del castillo de la Bella Durmiene de Disney y que es el monumento más fotografiado de Alemania, Lego Land, Playmobil Land y el campo de concentración de Dachau.
Como siempre, los alemanes han sido muy agradables y muy acogedores, así que yo ya estoy pensando en repetir, además, tenemos allí cerca unos amigos que serán la excusa perfecta para poder seguir conociendo el país.
Os ha gustado la escapada? Os parece útil lo que os cuento? Conocéis Alemania? Os entran ganas?
Qué guapos estáis, viajeros!!
Cuánto tiempo sin vernos
Besazos
Muchas gracias!! Los viajes nos sientan bien a todos jejeje Demasiado tiempo 😦
Pues el resto de mi familia no lo sabe pero yo ya tengo todo reservado para ir a munich en semana santa. Quería ir al parque de Playmobil pero creo que queda lejos. Me parece que 3 día en Munich con niños será mucho y que nos sobrará tiempo, pero igual me estoy equivocando. Por cierto ¿en qué puente fuisteis? Que estáis muy abrigaditos.
En marzo, el del Día del Padre. 3 días está fenomenal, todo depende de lo que aguanten los peques y de los museos que queráis ver, en ese tiempo os debería dar tiempo a ver lo que vimos nosotros, poco más, si podéis comer en un Biergarten, yo me quedé con las ganas de hacerlo en el Englischer Garten, pero no hacía bueno.
Ya nos contarás!! Y si necesitas algo me dices guapa.
Besotes